Mientras vemos la irracional aplanadora en el Senado de la República que
huye al debate e impone su mayoría, echamos de lado un informe relevante que
destaca la Secretaría de la Función Pública (SFP). Dicha institución nos
informa que en lo que va del sexenio que pretende mover a México, se han
sancionado a más de 10 mil 500 servidores públicos.
Y es que de acuerdo con un estudio de la organización Transparencia
Internacional en los últimos cuatro años, México perdió 17 lugares por los
altos niveles de corrupción que se registran, ahora nuestro país se ubica en el
106 de 175, cuando en 2012 ocupaba el lugar 105. Y es que para alimentar
nuestro pesimismo, el país ocupa la última posición entre los países miembros
de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE).
Sobre la corrupción es trascendente saber, que de acuerdo con el
programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (UNCAD) se estima que los
países en desarrollo pierden una cantidad de dinero diez veces mayor que la
destinada a los programas de desarrollo social.
Este es un dato sumamente grave, sobre todo considerando que a partir de
ello se vulneran derechos humanos fundamentales de los mexicanos. Los humanos
como derechos son inherentes a la persona por el simple hecho de nacer, no
deben ser una concesión graciosa de ningún gobierno.
Es por ello que la Asamblea General de las Naciones Unidas proclamó el
10 de diciembre como Día de los Derechos Humanos en 1950. Este año el tema es “20
años trabajando por tus derechos”. En referencia a la Conferencia Mundial
de Derechos Humanos y el establecimiento del mandato del Alto Comisionado para
los Derechos Humanos.
Fue en la Conferencia Mundial de Derechos Humanos celebrada en Viena en
1993 cuando se aprobó la Declaración y el Programa de Acción de Viena,
considerado como un instrumento importante, ya que fue de gran ayuda para la
observancia de los principios de la Carta de las Naciones Unidas y de la
Declaración Universal de Derechos Humanos.
Nuestro país acaba de pasar por un debate profundo pero efímero, sobre
el retroceso que hizo la Suprema Corte en esta materia, pues resolvió en
septiembre pasado que con independencia de su origen -constitucional o tratado
internacional-, los derechos humanos tienen el mismo rango, pero en su
aplicación se deben atener a las limitaciones que establece la Carta Magna.
Como paradoja a esta resolución, la Suprema Corte ha sido galardonada
con el Premio de Derechos Humanos de la Organización de las Naciones Unidas
(ONU) 2013, de quien sostiene: “ha logrado importantes progresos en la
promoción de los derechos humanos a través de sus interpretaciones y de la
aplicación de la Constitución mexicana y sus obligaciones bajo el derecho
internacional en la materia”. Esta es la primera ocasión en que se da un premio
a una institución, que en nuestro contexto nacional ha recibido suficientes
críticas.
El tema de corrupción y derechos humanos debe ser un tema que no debemos
dejar de lado, pues es fundamental para seguir defendiendo a la patria, pues
sin libertades, sin derechos, no hay futuro para el país.
Por hoy es todo, nos leemos la próxima. Carpe diem.
1 comentario:
Gran texto!
Doctor, sin duda uno de los principales obstáculos que un país tiene para progresar es la corrupción y si a esto le agregamos la complicidad y la impunidad ¿Qué podemos esperar si no es la negociación de los derechos que nos son inherentes?
Mucho camino por recorrer, este no es, ni será sencillo pero hay que transitarlo si queremos rescatar a este país herido y a este mundo caótico.
Un placer leerlo e intercambiar puntos de vista.
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