Lo he escrito, en México nos hacen falta tres cosas para desarrollarnos
a plenitud: Estado de derecho, Estado de derecho y Estado de derecho”.
Ernesto Zedillo
Así
es como se expresó Zedillo Ponce de León -de 62 años- en términos generales a
lo que en su opinión está ocurriendo en el país; si bien es cierto al “buen
chico de Yale”, como lo llamo Diego Fernández en aquel histórico debate
presidencial; se le puede recordar su largo y penumbroso historial por su paso
por la presidencia, aunque esa afirmación sobre el Estado de derecho no está
muy lejos de la realidad.
No
sobra decir también, que esa falta de Estado de derecho viene desde el
mismísimo sexenio de Ernesto Zedillo, que fue mantenido por Vicente Fox y
fulminado en el periodo de Felipe Calderón, al usar al ejército para combatir
al crimen organizado.
En
este orden de ideas es que aparece una declaración cuasi excluyente de
responsabilidad del actual habitante de Los Pinos, quien reconoció ayer que en municipios de Michoacán “hay cuerpos
de seguridad que estaban debilitados o algunos cooptados por el crimen
organizado”. Lo que Peña no tiene presente en su declaración, es que este hecho
es responsabilidad del gobierno. Es decir, que los cuerpos de seguridad publica
estén cooptados por la delincuencia organizada no es culpa de los ciudadanos
honestos, sino del gobierno mismo que no establece las condiciones para evitar
dicha situación.
Es quizá, -¿No se lo pregunta Enrique Peña?- por esta razón que los
michoacanos se han organizado para defenderse de la incursión del crimen
organizado, ante la falta del cumplimiento de la responsabilidad gubernamental
de otorgar seguridad a la sociedad.
Ante el éxito de la organización social, Peña presume en Davos, que el
Estado reaccionó al convocar a los que quieran participar en las tareas de
seguridad, “que lo hagan, atendiendo a los principios y a la formalidad que
prevé la ley, cumpliendo los requisitos para ser parte de los cuerpos de
seguridad”. Como podemos observar, para el atlacomulquense -que en
julio cumplirá 48 años- resulta más sencillo integrar a las autodefensas a los
cuerpos policiales que dar resultados con su actual cuerpo de seguridad
pública.
En Davos, Peña presentó un país de Maravilla, habló de un Michoacán
controlado donde el gobierno federal, “se ha hecho cargo de la seguridad en
esos municipios... hasta que se pongan en marcha nuevos cuerpos policiales que
puedan prestar este servicio”.
Al cuestionamiento de Klaus Schwab presidente del Foro Económico
Mundial, sobre cómo la prensa internacional sigue haciendo referencia a graves
problemas de inseguridad en México Peña defendió que “no es privativo de
México... es característico de una región que enfrenta retos de inseguridad y
me refiero a América Latina, México tiene sus propios retos y sus propios
desafíos”.
Así, el México de Davos que Peña dibujo, es un país donde los homicidios
han bajado en 30%; un país donde los precios de los productos básicos se están
ajustando, al igual que la gasolina, la electricidad; un país donde el acceso a
la educación de calidad esta “garantizada” por el Estado; un país donde los
secuestros, extorciones, asaltos, robos en poblado, no existen. Un país donde
las aprobaciones exprés a la legislación, son producto del consenso y del “amor
a México”
El México de Davos no existe en el vivir diario de millones de mexicanos
que no tienen que comer, que no accederán a la educación, que fueron víctimas
de la delincuencia organizada, o que no tienen acceso a la justicia, salud o
vivienda digna. El México de Davos sólo existe en el pensamiento, palabra, obra
y acción de quien hoy habita Los Pinos. ¿Ustedes que piensan?
Por hoy es todo, nos leemos la próxima. Carpe diem.
1 comentario:
Doctor, padecemos un #MéxicoLindoyHerido mientras los que ocupan la palestra pública se empeñan en hacer parecer que aquí no pasa nada, cuando pasa y mucho.
Lo he dicho, además de la deplorable clase política, los ciudadanos le debemos y mucho a este país; es urgente una reconfiguración sociopolítica.
Magnífico texto, altamente reflexivo.
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