Vemos
y leemos lo que ocurre en Michoacán y nunca se termina de entender; no cuando
gente muerta, desplazada, extorsionada, secuestrada es gente inocente.
Lo que ocurre hoy en el territorio michoacano, tiene
explicaciones contundentes: corrupción, complicidad, falta de oportunidades de
desarrollo. Es quizá la primera la que explique todo lo que ocurre en ese bello
Estado. Y eso es tan claro porque no se puede entender como la delincuencia
organizada fue creciendo sin que los gobiernos locales hicieran nada al
respecto.
Lo siguiente solo se entiende a partir de la segunda
razón: complicidad. Y es que es claro que si la autoridad responsable de
combatir a la delincuencia y salvaguardar la integridad de sus habitantes no lo
hizo, fue por la sencilla razón de que existían valores acordados previamente.
Finalmente están la falta de oportunidades de desarrollo;
porque si las hubiera, el virus del dinero fácil a cambio de la vida no hubiera
encontrado un campo tan sencillo para reproducirse y hospedar lo que hoy vemos.
Y mientras eso ocurría, Fausto Vallejo, el gobernador que
este 15 de febrero cumplirá 24 meses en su cargo –seis de los cuales se retiró
por motivos de salud- solo a fungido como figura decorativa, como un accesorio
más del Palacio de Gobierno, como un personaje que no cumplió las expectativas
de quienes lo ayudaron a ocupar la silla del edificio de Madero Poniente, entre
Morelos y Juárez.
Vallejo –abogado que cumplirá en mayo 64 años- actualiza
la hipótesis de que no es lo mismo administrar una ciudad, aunque sea la
capital, que gobernar un Estado. Lo cierto es que Vallejo no es el mismo que
llegó a la presidencia municipal de Morelia en 1994; es más bien el que perdió la senaduría frente
a PRD y PAN en 2006.
Lo cierto es que a partir, de la falta de Estado, a
partir del hartazgo de una sociedad que enfrenta los embates diarios de la
humillación y peligro de sus vidas, esa sociedad se organizó y armó para
protegerse a sí misma bajo la figura de autodefensas.
Y es que el fenómeno de las autodefensas se está
expandiendo, pues de acuerdo con datos de la Comisión
Nacional de Derechos Humanos, existen Estados donde se registran este tipo
grupos armados. El de Michoacán es el más sonado, pero el de Guerrero el mejor
reconocido porque cuenta incluso con apoyo del Gobierno del Estado. Los
restantes estado son: Chiapas, Estado de México, Hidalgo, Oaxaca, Puebla,
Morelos, Tlaxcala y Veracruz.
Así, mientras el Estado siga siendo
inexistente, la sociedad se organizará y armará para su autoprotección, ahora
es en Michoacán pero probablemente el fenómeno de la delincuencia haga que este
fenómeno se extienda a más entidades del país. ¿Ustedes que piensan?
Por hoy es todo, nos leemos la próxima. Carpe diem.
1 comentario:
Doctor, un texto altamente reflexivo. No cabe duda de que estamos ante una situación inusitada que se antoja a burla del gobierno. Convenio tras convenio para imprimir la fuerza bruta en una de la entidades más dolidas de este aún #MéxicoLindoyHerido.
Muy buena #Iusfilosofando.
Un placer leerlo e intercambiar puntos de vista.
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