“Con este operativo conjunto habremos de llevar a la
justicia a cualquier persona que cometa crímenes sin importar la causa o el fin
de los mismos”.
Blake Mora
La expresión inicial
pareciera remitirnos a la Edad Media, en la cual, según el pensamiento
escolástico que predominó, toda ley,
natural o humana, era una expresión de la voluntad de Dios y, de existir en
el mundo algún tipo de orden, habría de provenir de Dios y no de los hombres.
La concepción medieval de la
ley, otorgaba a ésta una racionalidad plena, toda vez que provenía de la
voluntad divina. Los reyes de la tierra, según esta visión del mundo, poseían
el poder político no por sus esfuerzos o su talento, sino por la gracia divina.
El derecho a gobernar, entonces, era un
“derecho divino”, pues la fuente de la legitimidad del poder y de las leyes
que éste promulgaba, residían en Dios y no en los hombres.
Así, de esta forma, con este
estilo, perece que se gobernaba Veracruz, por la gracia de la voluntad divina
de ¿quién sabe quién? Hasta que llegó el momento en que la violencia de los
hombres se adueñó del control. Y fue entonces que, Veracruz nuevamente vuelve a
ser tema y a encabezar notas nacionales, en esta ocasión para ser el laboratorio de la política de seguridad que tanto ha promovido Felipe Calderón.
Bajo el titulo Veracruz Seguro el gobierno federal
anunció la puesta en marcha del operativo que contempla, despliegue de fuerzas
federales, reclutamiento, sobrevuelos nocturnos y diurnos; patrullajes urbanos
en colonias y zonas con alto índice delictivo, controles en carreteras y en el
ingreso a poblaciones, en particular donde haya mayor índice delictivo. Todo este despliegue bajo un mando único, que
coordinarán las acciones contra los criminales, el de la marina.
Operativos similares pero
solo por regiones se realizaron en Tamaulipas, Nuevo León, Chihuahua, Guerrero
y Michoacán.
La armonía discursiva en la presentación
de dicho operativo, no tiene comparación. Mientras Alejandra Sota advertía “Veracruz
no está solo”. Duarte de Ochoa replicaba en su oportunidad “El presidente
Calderón no está solo cuenta con Veracruz”.
Más allá de los cinco puntos
que constituyen el operativo, hay tres que deben llamar la atención: 1) Despliegues
en coordinación con las fuerzas federales; 2) Mecanismos de información e
inteligencia; y 3) Depuración de las fuerzas policiacas locales.
En Veracruz
hay algo que apesta. Sus habitantes no sienten el discurso que el Señor Duarte pregona. En algunas regiones
viven con la sensación de temor, auspiciados por los rumores y por la desinformación
de lo que en realidad ocurre, ante la incapacidad de los poderes de asumir su
responsabilidad.
Por ello, la retórica del siglo pasado que sostiene
el Señor Duarte de que “Los
veracruzanos hemos demostrado en los hechos que actuamos con valentía, entereza
y de manera corresponsable en la lucha que lleva a cabo el Gobierno Federal
para hacer valer la ley y sancionar, en el marco del Derecho, a quienes delinquen
y atentan contra la sociedad” parece
no negar la inspiración y admiración que por Francisco Franco tiene, y que acepto en alguna
entrevista cuando era candidato y que en estos días ha vuelto a difundirse. Porque
su discurso describe una sociedad que no habita los litorales veracruzanos.
La noche de ayer en
entrevista con Gómez Leyva, por milenio, Duarte negó que el operativo en
Veracruz sea una militarización. Expuso que con el operativo demostramos una acción
de “fuerza, contundencia y unidad”. Negó que desde su gobierno haya miembros
que estén actuando al margen de la ley; y minimizó que solo un porcentaje de la
policía veracruzana este certificada. Y Eludió hablar mal de Fidel Herrera, su
antecesor.
Las
contradicciones discursivas del señor Duarte no tienen perdida, mientras sostiene:
“Una de las grandes prioridades de mi gobierno, que deriva del clamor y sentir
de empresarios, profesionistas, prestadores de servicios, padres de familia, y
de ciudadanos en general es el asegurar y garantizar un ambiente de libertades
plenas en Veracruz”. En la práctica, más
de un comunicador o reportero, sostiene lo contrario.
Lo cierto es que el
operativo Veracruz seguro va, pero
paralelo a ello quedan algunas interrogantes que bien vale la pena plantear. ¿Qué
fue lo que se conjunto en Veracruz para echar andar un operativo de esta
magnitud? ¿Por qué es la marina quien coordinara el operativo y no el ejército
o un mando civil? ¿Será que el estado de descomposición de Veracruz era tal que se
conjunto la incapacidad del Ejecutivo con las ganas de ensayar la guerra que no
es guerra de Calderón? ¿Sera que ahora si se va Reynaldo Escobar? ¿O él no es
negociable?
Encontremos las respuestas
antes de que los hechos a esas y otras preguntas antes de que la realidad ilustre
lo que puede ocurrir con un operativo de esa magnitud. Sumo a esas preguntas
una más, la que hace algunos meses un veracruzano planteo, con ese gobierno ¿Veracruz
seguro?
Por hoy es todo, nos leemos
la próxima. Carpe diem.
3 comentarios:
Maestro:
México lindo y herido se vive diferente en cada uno de sus rincones: Veracruz es una triste realidad del estado fallido, donde a las autoridades parecen ser consumidoras perpetuas y en exceso de píldoras de valemadrismo.
Un excelente análisis en Iusfilosofando.
Gracias por compartir.
Maestro:
Un texto sumamente adecuado, realista, ilustrativo, certero, me felicito por leerlo, fui a Veracruz hace una semanas y tiene razón la gente tiene miedo. Gracias por comentar lo que sucede.
Un abrazo
Luis
“Veracruz seguro” me recuerda la reforma a ley de seguridad nacional, y visto de alguna manera este punto es para Calderón. Pues es básicamente la aplicación de dicha reforma, como se dice en la columna de hoy: “…Todo este despliegue bajo un mando único, que coordinarán las acciones contra los criminales, el de la marina.”
¿Está la población veracruzana lista a ser vulnerada? ¿Se permitirá vulnerada Veracruz? ¿Y qué hay de lo que piensa la ciudadanía? no los noto de acuerdo o cuando menos que crean que el Gobierno del Estado sea capaz.
Cada vez en Veracruz se nota un autoritarismo mayor, en donde poco atienden las verdaderas necesidades de la población y donde poco se han interesado por erradicar, la inseguridad.
¿Será que Javier Duarte sigue re-apendejado, como decía Fidel Herrera?
Excelente publicación Maestro, es muy ilustrativa y nos muestra la terrible realidad por la que pasa Veracruz.
Un abrazo y hasta la próxima.
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