Si bien es cierto algunas acciones del gobierno federal recrean
escenarios propios del México de finales de los ochenta, también es cierto que
hay actores que no piensan quedarse con las manos cruzadas y dejar que dichos
escenarios pasen sin pena ni gloria como en aquella época.
La llegada de un nuevo régimen a Los Pinos, siempre trae
expectativas para unos y desencanto para otros. Lo que parece común en los
gobiernos neoliberales, es la bandera de la privatización, una medida poco
inteligente y fácil.
Si el gobierno es incapaz para transparentar, eficientar y
acabar con la corrupción de las instituciones: hay que privatizar. Al fin y al
cabo quienes compren lo privatizado serán amigos que financiaron la campaña o
transnacionales que pagarán con algún otro beneficio personal.
Esta semana, no inicio bien para el señor Peña; no solo porque
enfrenta el problema de la educación, el cual género que Oaxaca y Michoacán no
iniciaran de forma normal el ciclo escolar 2013-2014 y dejaran sin su primer
día de clases al menos a 2 millones 300 mil estudiantes de preescolar, primaria
y secundaria. Sino porque entre hoy y mañana más profesores de los Estados de
Guerrero, Chiapas, Puebla, Veracruz, Zacatecas, Coahuila, Chihuahua y Baja
California Sur; se concentraran en el DF.
El tema educativo no es algo que podamos omitir, ya que la mala
calidad de la educación parece ser la carta de presentación de México. De
acuerdo con el índice global del Foro Económico Mundial, ocupamos el sitio 118
de 144 países.
Y es que mientras unos 35 mil profesores de la CNTE se
manifestaron ayer en el zócalo capitalino; los diputados de la comisión de
educación discutieron anoche vía fast-track (una opción muy
salinista) la Ley General de Educación, Ley General del Servicio Profesional
Docente y la Ley del Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación, sin
la presencia de los diputados del PRD, quienes abandonaron la sesión por
considerar que no tenían los dictámenes a la mano.
El tema educativo promete mucho, lamentablemente no todo es bueno,
pues mientras haya alumnos sin acceso a educación, profesores en la calle
defendiendo derechos y diputados aplicando la aplanadora; este tópico durará un
buen rato, quizá más allá de este sexenio.
Finalmente, en el tema educativo queda la pregunta ¿Mantenemos
el status quo de la educación en México o lo
cambiamos?
Por hoy es todo, nos leemos la próxima. Carpe diem.
1 comentario:
Doctor, su columna me invita a varias reflexiones y preguntas aún sin contestación; y si las tiene, sus respuestas son ignoradas por los aplaudidores del sistema en consonancia con quien esta cómodamente instalado en su sillón de status quo.
¿Cómo es posible mejorar el Sistema Educativo en un país con un habitante de Los Pinos erigido en Presidente ignorante y cuya única lectura se ciñe a los discursos escritos para sus eventos o un telepronter?
Sigamos siendo provocadores de cambio.
¡Gran texto! Es una placer leerle e intercambiar puntos de vista.
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