Samuel Hernández
Apodaca
El pasado 8 de septiembre el habitante de Los
Pinos envío a la Cámara de Diputados del Congreso de la Unión el
paquete económico para el ejercicio fiscal 2014, donde se incluyen la iniciativa
de Reforma Hacendaria y de Seguridad Social.
Dicha reforma estaba conformada por una reforma
constitucional, 4 nuevas leyes y 17 reformas legales, así como el paquete
económico que incluye los Criterios Generales de Política Económica, la
Iniciativa de Ley de Ingresos de la Federación y el Proyecto de Presupuesto de
Egresos de la Federación para el ejercicio fiscal 2014.
Bajo ese contexto el viernes pasado -18 de octubre- estuve
en la ciudad de México con especialistas en derecho fiscal, el evento,
“Mega Encuentro de Colosos” organizado por Argos cursa, donde tuve oportunidad
de exponer mi conferencia magistral “La reforma fiscal que México necesita y
los medios de defensa”.
En mi exposición –frente a gente de todo el país- compartí
que la iniciativa es una reforma timorata, pues aunque termina con algunos
privilegios y regímenes especiales; propone medidas débiles que pretenden
ampliar la masa de contribuyentes.
De cara a los asistentes, compartí
que la reforma incluye un aumento progresivo del ISR; el impuesto especial a
refrescos, bebidas endulzadas y comida chatarra; el cobro de 10 por ciento a
utilidades para ganancias en bolsa, así como de 7.5 por ciento a utilidades de
empresas mineras y la eliminación del régimen de consolidación fiscal.
En el encuentro, compartimos que se
avaló homologar el IVA en los Estados de la frontera y a las importaciones
temporales de maquiladoras, de igual forma aplicarlo a los alimentos para
mascotas e incluso a la venta de éstas.
La aprobación de la reforma tuvo un
sello particular, pues a diferencia de otros años ésta fue aprobada con 317
votos de las fracciones parlamentarias de PRI, PVEM, Nueva Alianza y el PRD
naranja - el de los chuchos-. En contra fueron 164 diputados del PAN y el
PRD no alineado.
En el “Mega Encuentro de
Colosos” concluimos que la reforma se quedó corta, pues aumentar la recaudación
en 1.4% el primer año hasta llegar a un incremento de 3% al final del sexenio
no parece una gran reforma. No si se considera que los ingresos tributarios de
México, -sin tomar en cuenta los ingresos petroleros- equivalen a alrededor del
10% del PIB. Y la promesa del señor de Los Pinos de otorgar seguridad social
universal.
También concluimos que por años,
hemos centrado nuestra defensa litigando frente al abuso de la autoridad.
Teniendo como arma el derecho ya elaborado, que ha sido la única herramienta
que se ha utilizado; en este sentido, nos hemos olvidado de la etapa previa a
la ley ya publicada, a la correspondiente a la iniciativa y el proceso
posterior.
Les recordé a los asistentes que la
etapa previa a la ley consiste en la iniciativa y que la Constitución contempla
en el artículo 71:
“El derecho de iniciar leyes o
decretos compete:
…
IV. A los ciudadanos en un número
equivalente, por lo menos, al cero punto trece por ciento de la lista nominal
de electores, en los términos que señalen las leyes.
Los convoque a la organización
ciudadana, a la capacidad de movilización en defensa de sus derechos, a ejercer
este derecho de iniciativa y desde luego al cabildeo ciudadano de las
iniciativas.
Esta es una gran tarea, la
organización y movilización ciudadana frente al Poder Legislativo, y otros
poderes claro. De ahí que la reforma fiscal que México necesita es una que
escuche a sus ciudadanos y no solo a los grupos económicos de poder nacionales
o trasnacionales.
¿Ustedes que piensan? Por hoy es
todo, nos leemos la próxima. Carpe diem
1 comentario:
Doctor, sin duda un tópico legislativo de ineludible debate e interés ciudadano.
Enhorabuena por su brillante exposición en el Mega Encuentro de Colosos, donde cimbró y motivo a una participación distinta, con un enfoque proactivo.
Un placer leerlo e intercambiar puntos de vista.
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