Un sistema de salud de calidad es la base de un estado de bienestar.
México requiere de un impulso histórico en este ámbito. El país requiere de un
programa de reforma ambicioso.
Gurría
Hacer preguntas sobre el tema de salud en México puede llevarnos a
complicaciones más allá de nuestra imaginación. El ciudadano común quizá lo que
más recuerde es el grotesco comercial del PVEM,
en el que rodeado de desgracias familiares, los diálogos se centran primero
que si el gobierno no tenía medicinas debía de pagarlas. Luego fue más allá:
los vales; que según él, se lograron vales de medicinas “y el gobierno los
quito…”.
Ese es la información que se suministra a los ciudadanos sobre el tema
de salud en México, pero quizá pocos conocen que el párrafo quinto del artículo
4° de la Constitución establece: “Toda
persona tiene derecho a la protección de la salud. La ley definirá las bases y
modalidades para el acceso a los servicios de salud y establecerá la
concurrencia de la federación y las entidades federativas en materia de
salubridad general, conforme a lo que dispone la fracción xvi del artículo 73
de esta constitución.”
Este derecho se adiciono mediante decreto publicado en el diario
oficial de la federación el 03 de febrero de 1983. A partir de ello de acuerdo
con un estudio del CESOP (Centro de Estudios Sociales y de Opinión Pública,
"Antecedentes", en Salud [Actualización: 28 de agosto de 2006], en
www.diputados.gob.mx/cesop/) “en 1984 se
publicó la Ley General de Salud, durante la administración del presidente
Miguel de la Madrid Hurtado. El nuevo ordenamiento contenía los fundamentos del
Sistema Nacional de Salud, definía las bases y modalidades de acceso a los
servicios correspondientes y fijaba los lineamientos de acción para los
programas de salud.”
A la llegada de Carlos Salinas se estableció el Sistema Nacional de
Salud (SNS), este modelo se mantuvo con Ernesto Zedillo. Pero a la llegada de
Vicente Fox las políticas de salud cambiaron, en un afán de querer venderse Fox
creó el “seguro popular”, como promesa para que los mexicanos tuvieran acceso a
la salud de forma gratuita, aunque en realidad no lo sea.
Según Ángel Gurría secretario de la OCDE: “La proporción de hogares que incurren en gastos “catastróficos” por
motivos de salud ─ es decir, cuando los desembolsos familiares en concepto de
salud superan el 40% de la renta disponible del hogar ─ es la segunda más alta
de la OCDE, después de la de Corea.”
Gurría – en una intervención en la UNAM el pasado mes- aporta un dato
que aunque no es del todo desconocido si es alarmante: “La epidemia mundial de obesidad está afectando a México mucho más
seriamente que a la mayoría de los otros países. Según la reciente publicación Fit
not Fat de la OCDE, México es el segundo
país de la OCDE con más población obesa, después de Estados Unidos. Tres de
cada diez personas son obesas, y casi siete de cada diez tienen sobrepeso.”.
Y es que poco hemos puesto atención al tema de la salud y
particularmente de la obesidad en la agenda política de los (pre) candidatos a la
presidencia de la república, lo mas que hemos escuchado son ideas generales
centradas en la retorica de la necesidad de “salud para tod@s”, una expresión
que no nos dice nada.
Y es que según el secretario general de la OCDE “La multiplicación de
la obesidad en México está poniendo en peligro los avances en la esperanza de
vida. Está poniendo en peligro el futuro del país.” Pues “La diabetes es la consecuencia más común y
directa de la obesidad; y en México va en rápido aumento. El 11% de la
población mexicana de 20 a 79 años tiene diabetes, uno de los índices más
elevados de la OCDE.”.
Sobre el seguro popular, -creación foxista que hasta la fecha se
mantiene- sostiene una opinión basada en
diagnostico: “(…) tenemos que reconocer
que subsisten disparidades considerables entre los diversos Estados mexicanos
en cuanto a su capacidad para administrar el Seguro Popular, así como continuos
problemas para identificar recursos suficientes a fin de responder a la
creciente demanda. Además, no podemos pensar que este programa puede solucionar
todos los problemas del sistema de salud mexicano.”
Sobre este tema – seguro popular- hay que dar un alto oportuno; su
aparición quitó la responsabilidad a algunos patrones de inscribir en el seguro
social a sus trabajadores, ya que algunos han optado por indicarles que deben
inscribirse en el seguro popular, y esta modalidad de seguridad en materia de
salud, no incluye los mismo servicios.
Así pues, el derecho a la salud inscrito en el artículo 4° constitucional
es vulnerado, no sólo por la burocratización de este, sino por que hay que
pagar muy alto por el mismo y por la falta de presupuesto para hacer accesibles
los servicios básicos.
El problema es que si no se atienden los temas fundamentales como el de
obesidad, no habrá presupuesto que alcance, ni mexicanos que aguanten este
problema. Invito al lector, a revisar detenidamente las propuestas en materia
de salud que los (pre) candidatos presidenciales expondrán a partir del próximo
mes, este tema es fundamental para el futuro del país.
Por hoy es todo, nos leemos la próxima. Carpe diem.
4 comentarios:
Maestro:
Sin duda este es un tema de actualidad que estoy de acuerdo debe formar parte de las políticas públicas del gobierno y sobre el cual es imperativo saber que proponen los pre candidatos.
Magnífico texto.
Gracias por compartir.
Muchas gracias, muy interesante. Saludos.
Antonio Diaz
Es Usted un gran columnista, me gustaría que lo publicara algún diario prestigioso como La Jornada.
No siempre comento, pero siempre lo leo.
David Fernández
Gracias que amable. Un abrazo fraterno
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