Tras su debacle electoral el pasado 1 de julio, parece que a los
panistas no les interesa enfrentar a sus demonios. Omisos, renuentes,
justificatorios, prefieren dar vuelta discreta a su derrumbe.
Un ejemplo de ello es lo declarado por Gustavo Madero quien afirmó
que el PAN interpondrá recursos para cuestionar aspectos específicos en la
pasada contienda electoral, pero no pedirá la anulación total de los comicios,
como sí lo hizo el PRD.
Otro tema al que da vuelta
el PAN, es el caso de la sanción en contra de Vicente Fox Quesada por su
apoyo a Enrique Peña Nieto, tema en el cual el CEN del PAN determinó que este
tema no era prioritario y dejó su discusión para otra ocasión.
Paralelamente a esto, Felipe Calderón señala por otra parte, que es
inaceptable “la compra de votos” y que es necesario aclarar el asunto de las
tarjetas pre pagadas de Soriana usadas para favorecer a Enrique Peña Nieto.
Pero mientras Calderón sostiene: “todo mundo compra –se refiere a los
votos-, seguramente el PRI compró y aquí en el DF seguramente el PRD compró”.
Oculta su simpatía por EPN, pues en un intento por minimizar el hecho descrito
advierte: “¿pero qué tanto afecta el proceso? Yo creo que éste no es asunto de
tamaño; me parece que es un vicio de nuestra calidad democrática que tiene que
corregirse de inmediato”.
Si bien sus declaraciones buscan en un primer momento seguirse al temas
electoral, no pierde oportunidad para deslindarse de “la guerra que no es
guerra” que él inició y de la cual ya no se hace responsable.
Calderón insiste en que no se le puede responsabilizar de los 60 mil
muertos por actos violentos durante su gobierno, porque de cualquier manera
hubieran ocurrido los asesinatos, pero con la diferencia de que Estado estaría
sometido a los carteles de la droga. Nada más torpe que esa declaración que intenta
dar la espalda a la batalla sangrienta y nada inteligente que se libro en casi
todo el territorio nacional durante estos casi seis años.
Las declaraciones de los
panistas relevantes en estos días, suenan más a cansancio de poder, que a balance
racional de su desempeño. Como si no pasara nada, como si los resultados no lo
hubieran mandado al tercer lugar electoral.
Parece ser que los sensatos
en el PAN son pocos, un ejemplo de ello es Javier Corral Jurado, quien llamó a su partido a cerrar
filas con el PRD para compartir información, sumar esfuerzos y documentar las
irregularidades que permitan limpiar la elección presidencial pasada.
Pero parece que a los panistas del establishment, les interesa más cerrar
la puerta irse a llorar sus penas y olvidar lo ocurrido. ¿Será que veremos en
los próximos días más panistas sensatos que pidan cuentas y llamen al cambio
interno o por lo contrario seguirán transformándose en migajas y añoranzas de
lo que un día fueron?
Por hoy es todo, nos leemos la próxima. Carpe diem.
2 comentarios:
El viejo PAN de ideales verdaderos ha quedado en el olvido, yo conoci a algunos de esos panistas, que literalmente lloraron al ver como su partido era destazado y dividido por la corrupcion cuando empezaron a escalar puestos importantes dentro la politica mexicana. Hoy por hoy en la practica es un partido subalterno al PRI y como bien ud escribe son muy pocos los que aun conservan ese viejo espiritu de ideales. Un cordial abrazo
Maestro, en estos días se ha escuchado de todo.
Algo que me pareció absurdo escuchar de los panistas es que perdieron porque el poder los desgastó y nada más alejando de la realidad.
Los hechos hablan por sí solos, no es necesario decir más.
Un gran texto el que hoy nos presenta.
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