De la separación de los poderes es posible desprender
dos principios característicos del Estado constitucional: el principio de
legalidad y el principio de imparcialidad. Ambos son indispensables para
garantizar la libertad.
El principio de legalidad consiste en la distinción y
subordinación de las funciones ejecutiva y judicial a la función legislativa;
el principio de imparcialidad consiste en la separación e independencia del
órgano judicial tanto del órgano ejecutivo como del órgano legislativo. El primer
principio, el de legalidad, confirma la inevitable supremacía de la ley y el
segundo, el principio de imparcialidad, garantiza su aplicación efectiva.
Según la doctrina de la separación de los poderes el
Estado realiza tres funciones: a) legislativa (producción de normas); b)
jurisdiccional (verificación del cumplimiento o la violación de esas normas), y
c) ejecutiva (función residual que incluye actos que no se reducen a las otras
dos funciones).
Desde este punto de vista, la superioridad de la
función legislativa (que fue sostenida, entre otros, por Locke, por Kant, por
Montesquieu) es de carácter lógico: la función jurisdiccional y la ejecutiva
presuponen lógica y cronológicamente a las normas que serán aplicadas.
En su obra más importante, Del espíritu de las leyes,
Montesquieu propuso una clasificación de las formas de gobierno que retomaba
los dos criterios clásicos que des de Aristóteles se habían venido imponiendo
para ordenarlas: ¿Quién gobierna? y ¿Cómo gobierna?
Y es a partir de este par de dudas podemos
preguntarnos en nuestra realidad nacional ¿Quién gobierna en este país? Porque el
discurso inicial del Enrique Peña contra los poderes fácticos, solo se quedó en
retórica, ellos siguen imponiendo agenda y manipulando mediáticamente la
realidad. ¿Cómo gobierna? Que cuando se necesita a los responsables de
protección civil por las desgracias tras Ingrid y Manuel, se encuentran jugando
en Las Vegas.
O en el caso de Guerrero ¿Quién gobierna? Porque a
pesar de que Ángel Aguirre fue ya gobernador interino de ese estado en la década
de los noventas, sus deficiencias al gobernar siguen siendo manifiestas ¿Cómo
gobierna? Que cuando la lluvia provocaba que familias enteras abandonaran sus
viviendas en las márgenes del río Huacapa, a causa de Manuel; Aguirre departía
con sus viejos amigos de expartido Rubén Figueroa y René Juárez.
Qué decir del Distrito Federal ¿Quién gobierna? Que Mancera
invita a extranjeros a visitar la ciudad de México y dice que es ciudad segura,
pero al mismo tiempo enfrentan caos incontrolable ¿Cómo gobierna? Porque a
pesar de ser llamada anteriormente la ciudad de las libertades, hoy no hay
manifestación sin que haya violencia policial y excesos.
Preguntarnos ¿Quién gobierna? y ¿Cómo gobierna? Debe ser
constante diaria. ¿Qué opinan? Por hoy es todo, nos leemos la próxima. Carpe diem.
2 comentarios:
Doctor, una columna ilustrativa y contundente la que hoy nos presenta.
Dos preguntas que coincido debemos plantearnos todos los días y ante las diversas actuaciones u omisiones gubernamentales.
Y agrego, esas interrogantes deben formar parte de la canasta básica del pensamiento.
¡Magnífico texto! un placer leerle.
Pues en México pareciera que existe la omnipresencia, un meta o supra poder, separación, esa es mítica, bueno, ya ni seguir, saludos
Oscar Sànchez
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