La intuición de una mujer es más precisa que la certeza de un hombre.
Rudyard Kipling
El derecho al desarrollo apareció por primera
vez en el ámbito de las Naciones Unidas (NU) en 1964, no obstante tuvieron que pasar
trece años para que el tema del derecho al desarrollo fuese asumido por la
Comisión de Derechos Humanos de las Naciones Unidas y dos más para el
reconocimiento formal, por parte de ésta y de la Asamblea General del Derecho
al Desarrollo como un derecho humano.
Sobre esa lucha Jongitud Zamora advierte:
(…) el 4 de diciembre de
1986 es aprobada por lúgubre votación la Declaración sobre el Derecho al
Desarrollo (DDD, Resol. 41/128). Una declaración que en el camino de la
negociación y en la aspiración de lograr el consenso perdió mucho, incluso
frente a otros documentos como la Declaración sobre el progreso y el Desarrollo
en lo Social (Resol. 2542 [XXIV]) que es considerada como uno de sus antecedentes
inmediatos. (DD como DH)
Sobre el particular, la Declaración
sobre el Derecho al Desarrollo señala:
El derecho al desarrollo es
un derecho humano inalienable en virtud del cual todo ser humano y todos los
pueblos están facultados para participar en un desarrollo económico, social,
cultural y político en el que puedan realizarse plenamente todos los derechos
humanos y libertades fundamentales, a contribuir a ese desarrollo y a disfrutar
del él. (Artículo 1: numeral1)
Es claro, sin mayor explicación, que el referido
marco dista mucho de nuestra realidad; simplemente no hay coincidencia ni remota,
para las mujeres que no pertenecen al extracto social de las escritoras,
comunicadores, actrices, profesionistas, candidatas, funcionarias o esposas de
políticos.
El derecho al desarrollo según
la ONU representa que “Los Estados tienen el derecho y el deber de formular
políticas de desarrollo nacional adecuadas con el fin de mejorar constantemente
el bienestar de la población entera y de todos los individuos […] (Artículo 2: numeral 3)
En el pasado corrupto las mujeres fueron
objeto de clientela, manipulación, ese voto duro; luego vino el burro con
botas, quien las llamo lavadoras de dos patas, y luego simplemente fueron
victimas de esta guerra que no es guerra.
En nuestro país, las políticas de desarrollo
nacional adecuado, particularmente el que corresponde al desarrollo de las
mujeres esta más que vulnerado, y no lo señalo con base en un discurso
feminista y sobreportector; sino en función a una realidad que lastima las
entrañas de esta patria, en la que están incluidas millones de mujeres que todos
los días luchan, crean, reconstruyen, mueren, sufren, duelen.
Ese sector de mujeres y madres trabajadoras,
las de la ciudad y las del campo; para las que no hubo discurso “bonito”, flores,
desayunos, acarreo o lisonja. Esas a las que la imaginación no tiene limite
para llevar el alimento a sus hijos, las que son encerradas en fabricas hasta
terminar las entregas de maquila, las niñas indígenas que no tienen acceso a la
educación, las que ocupan el maquillaje barato y la ropa corta para vender su
cuerpo y tener dinero para medio comer.
Pero de ese derecho, el Derecho al Desarrollo
no se puede ni pensar en el Estado de México, entidad de donde es originario el
candidato que limpio las cuentas de su antecesor (Arturo Montiel); el candidato del copete diluido, de
inteligencia mediana, el mismo que perdió
a su esposa por no ser medicamente atendida a tiempo; y el mismo que recurrió a
televisa para que le buscara un “talento de televisión”.
No se puede pensar en el derecho al desarrollo de la mujer en el estado
de México, ese que heredo Pena Nieto – con N- a Eruviel Ávila, cuando reforma
publica que “la desaparición de mujeres ha ido en aumento de manera sostenida
desde hace cinco años, a tal grado que tan sólo en 2011 cada día se reportó
que, en promedio, más de una de ellas no regresó a su casa.”. (Guillermina
Trejo: Reforma)
Sostiene reforma que: “Los reportes oficiales indican que las
desapariciones de mujeres han crecido mil 225 por ciento entre 2007, desde que
se tiene estadística, y 2011 al pasar de 43 a 570 casos, respectivamente.”.
(Ídem)
Así, el Derecho al Desarrollo,
particularmente el que corresponde a las mujeres, esta más que vulnerado, aun
ahí, de donde es oriundo el candidato que quiere ser vendido como imagen sexual
a las mujeres, en la próxima jornada electoral. ¿Hasta cuando permitiremos que las
mujeres sean carne de cañón?
Por hoy es todo, nos leemos la próxima. Carpe
diem.
10 comentarios:
Maestro:
Un texto reivindicador, analítico y real.
No cabe duda que el México de las desigualdades, tiene otra divergencia tratándose del sector femenino. Estoy de acuerdo.
Esta Iusfilosofando me deja como un doble sentimiento: el de verguenza por las mujeres que son sobajadas en este gran país y el orgullo de no vivir en ningún sentido ese tipo de situaciones; soy exitosa en mi profesión, soy competitiva y no hay diferencia con el sexo opuesto en este sentido.
Un abrazo.
Gracias,saludos.Necesaria,inteligente y precisa reflexión sobre porq 8 de marzo no está para celebrarse frívola,hipócritamente
@SWEETBUNKER21
Cuando entiendan los políticos y otras gentes que la mujer, no es solo "una mercancía", las cosas cambiarán. Carpe Diem.
Rafael Ortiz
@iusfilosofo gracias, excelente artículo. Buen fin de semana.
@bimba_zucosa
Las mujeres no son lavadoras con patas. Sus derechos son inapelables.
Mauricio Ceballos
Gracias Samuel, felíz fin de semana
Salvador Lombrozo
@iusfilosofo gracias por compartir mucho que reconocer a la mujer, vamos hacerlo no siendo un obstáculo
@tochtli84
@iusfilosofo Hola, buenos días. Un saludo afectuoso. Que tengas un gran fin de semana. #FF .
Miguel Angel Blancov
Buen dia Samuel, asi es, mas que lamentable que las mujeres sean vistas como objetos decorativos, debemos pugnar no por un feminismo recalcitrante, sino una culturizacion y educacion de la sociedad a efecto de q sean respetadas, que haya una igualdad juridica efectiva, te deseo un excelente fin de semana, hoy viernes de cuaresma, a comer carne y a beber vino, no mas ayunos.
Óscar Sánchez
Muy oportuno post, profesor.
En Latinoamérica, parece que la mujer 'de élite' consigue llegar a las altas esferas de la política, en mayor proporción que en otros países del mundo y de Occidente. Quizá este hecho y lo que relata vd., tan dramático y que tiene expresión en México en mayor medida, son síntomas igualmente del apasionamiento de un continente joven; digo 'quizá' porque tengo mis dudas y lo digo modestamente.
Pero uniendo estos dos hechos, ójala el fenómeno de la llegada de la mujer al poder y a las instituciones, en mayor proporción, constituya un plus, que traiga el impulso necesario para solucionar la dramática situación de la mujer en general en el continente, especialmente, (esto sí: como en otras culturas) la mujer rural, la mujer pobre o la mujer con menos educación, muchas veces relegada en este apartado,precisamente por ser mujer.
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