No es buena noticia el que los medios informativos sean noticia. Algo
anda mal cuando esto ocurre y parece que en este sexenio que agoniza, se volvió
una constante hablar de los medios. En estos seis años han sido asesinados 45
periodistas, según la organización Artículo
19.
Que medios hablen de sus pares -otros medios- puede entenderse cuando se
trata de una confrontación editorial por algún tema, noticia o posición ideológica
del medio. Pero cuando se habla de la desaparición, amenaza o asesinato de
periodistas, reporteros, corresponsales, fotógrafos o caricaturistas; debemos
detenernos a observar nuestro entorno informativo.
Como lo mencioné en algunas entregas anteriores, los ataques a medios,
desapariciones y asesinatos han sido un sello particular del sexenio. Según la
organización Press Emblem Campaign
(PEC) de enero a junio de este año han sido asesinados 72 periodistas en 21
países. Nuestro país ocupa el segundo lugar de la lista donde ejercer este
oficio -para algunos- o profesión -para otros- se vuelve un riesgo mortal.
Según la PEC Siria encabeza la lista, con 20 periodistas asesinados; México
aporta ocho, Somalia seis y Pakistán también con seis. Brasil ocupa el quinto
lugar con seis periodistas asesinados, Honduras cuatro, Filipinas cuatro,
Nigeria tres, Bolivia dos, e India dos.
Por si fuera poco esta numeralia mundial; en nuestro país enfrentamos
una noticia poco común, el ataque a una empresa que posee medios informativos: MVS.
Empresa con años en el mercado.
Lo curioso de esta situación es que el ataque no es editorial de un
medio contra otro- al menos no de la empresa, los testaferros que tienen
columna en periódicos no cuentan- ni de la delincuencia organizada, sino de
quienes hoy despachan desde Los Pinos.
Las revelaciones de Joaquín Vargas, sobre las presiones que habría
recibido del gobierno federal en el tema de renovación de las concesiones de la
banda de 2.5 MHz, si representan un ataque, que hay que dimensionar en su
contexto.
No se trata de defender a ciegas a MVS solo por tener a Aristegui,
recordemos que ella fue despedida de esa empresa por el caso de la editorial
sobre el alcoholismo de Calderón – generado a partir de una manta de Fernández
Noroña-; tampoco debemos olvidar el veto a las colaboraciones del Dr. John
Ackerman en el espacio de Luis Cárdenas.
¿Entonces, porque hablar de MVS? Sencillo, nadie, ni siquiera quien
despacha desde Los Pinos, puede presionar, condicionar o amenazar a un medio,
exigirle o darle línea editorial a cambio de mantener o retirar una concesión
que es un bien público.
Joaquín Vargas, al hacer publicas las conversaciones, presiones y
ofertas de Los Pinos vía la Vocera, alías “Pinche Sota”- según Josefina Vázquez
Mota- resolvió la encrucijada y optó por ser uno más de las lista de los que no
se someterán a las presiones gubernamentales. No obstante, al hacerlo sabe que
no habrá retorno y que la confrontación no será tersa.
Serán las instituciones jurídicas las que resuelvan este entuerto, mientras
tanto, debemos estar pendientes del tema, ya que fulminar a MVS, hace
antecedentes para el futuro inmediato de los medios y de los ciudadanos que
veremos vulnerados nuestro derecho a la información.
Por hoy es todo, nos leemos la próxima. Carpe diem.
1 comentario:
Maestro:
Un magnífico texto el que nos presenta en esta Columna Iusfilosofando.
Un tópico que ha sido descuidado por el gobierno y que es de vital trascendencia.
Esperemos pronto cese el ataque a periodistas, esperemos pronto termine la inseguridad en el país.
Un placer leerle.
Publicar un comentario