Actualmente, el pueblo soberano “opina” sobre todo en función de cómo la televisión le induce a opinar
Giovanni Sartori
Copiando el estilo de Hugo Chávez al que comparó con
AMLO en 2006, ayer domingo la Presidencia de la República presentó a las 20:00
horas una entrega más del talk show
calderonista que denomino “Diálogo Ciudadano”. Programa grabado el 11 de agosto
y que fue realizado en la residencia oficial de Los Pinos. Quienes participaron
en este entretenimiento cómico-mágico-retorico, fueron mexicanos de todo el
país elegidos mediante tres mecanismos distintos: de manera aleatoria,
seleccionados que se contactaron con la Red Federal de Servicios de la
Presidencia y por las áreas de atención ciudadana de diversas dependencias
federales.
Bajo el argumento de que los funcionarios (los suyos)
reciben tarjetas e informes pero rara vez escuchan directamente a las personas.
Calderón luciÓ más desgastado y canoso que en las otras entregas que iniciaron
en 2009 en horario estelar dominical, en aquella ocasión a las 19 horas y a
través de los canales 2 y 13, también previamente grabado.
En aquella primera emisión de “Diálogo Ciudadano” el 6
de septiembre de 2009, dice la presidencia que los mexicanos 221 mil 215 pesos
por el pago de “servicios integrales”. En aquella ocasión, desde los pinos se
habló de la inexistencia de contratos e información sobre los honorarios del
moderador del programa Leonardo Curzio; el monto que se pagó a los canales 2 de
Televisa, y 13 de Tv Azteca. Tampoco se habló sobre si se pagó transporte a los
participantes u hospedaje.
¿En aquella ocasión no aparecieron informes ni datos
sobre el pago a Curzio, será que sólo alimenta el espíritu con los discursos
calderonistas? O ¿Quizá de manera altruista el conductor presta sus servicios
profesionales de forma gratuita?
Mientras en el programa presentado ayer, una pregunta
clave para el sexenio la realizó Jesús un niño quien planteó ¿Por qué por qué
hay tanto narcotraficante en México? La respuesta no tuvo reservas en números,
datos y argumentos, primero advirtió: “Su
negocio fuerte sigue siendo pasarle droga a Estados Unidos. Ése es el negocio
fuerte y por eso los americanos son tan culpables en esto como muchos de los
propios criminales, porque siguen consumiendo muchas drogas y porque siguen
vendiendo muchas armas. Nosotros hemos agarrado más de 110 mil armas en cuatro
años, suficientes para armar un ejército, se las hemos quitado a los
criminales”.
Pero destaca el que expuso quizá con más coraje, al
defender su “guerra que no es guerra” y advertir: “No puedo estar de acuerdo con que pasen con sus 20 camionetas en una
carretera o se estacionen en la plaza de un pueblo y nadie les diga nada. Y si
necesito mandar 40 camionetas, se las voy a mandar, y si ellos mandan 30, les
voy a mandar 60. Y si se meten con la gente a extorsionar y secuestrar, les voy
a mandar más Ejército, más Marina y más Policía Federal. Sólo así tienen que
entender”.
Durante sus intervenciones Calderón repitió su
evangelio, culpó de nueva cuenta a Estados Unidos por la violencia que hay en
México al recordar que es el principal consumidor de droga y que muchas armas
estadounidenses, vendidas de manera ilegal, son utilizadas por grupos del
crimen organizado. Resaltó los logros en materia de salud gracias al
seguro popular; se detuvo con una veracruzana que le pidió carretera para su
comunidad ubicada al norte del Veracruz y se emocionó al querer encontrarle
respuesta, pero al preguntar cuántos habitantes eran y escuchar que sólo 150,
concluyó el tema y dijo que buscarían formas.
Como en los mejores programas de esa clasificación
televisiva hubo de todo, viejitos, niños, aplaudidores, señoras en sillas de
ruedas, encopetadas y parece ser que uno que otro ingenuo.
Pero ingenuo será sin duda, nutrirnos sólo con la mass media que presenta a Calderón como
un hombre fuerte, con datos, y con respuestas a cada problema del país, sea del
rincón de donde venga. Esa es la faceta que parece que a Calderón le gusta
cumplir, ser el VideoMan mexicano. Lo
que me recuerda la necesidad de invitarlos a leer Hommo Videns de Sartori, para así entender porque somos una
sociedad teledirigida. Y queza así podamos acabar con aquella idea de Baudrillard
que afirmaba que "La
información, en lugar de transformar la masa en energía, produce todavía más
masa".
Por hoy es todo, nos leemos la próxima, Carpe diem.
5 comentarios:
Maestro, magnífica opinión del “reality show” Calderonista que hemos presenciado el día de ayer. No cabe duda que estamos en el país al revés y ver a un Presidente de la República de esta manera nos lleva a confirmar que dicha figura está encogiendo.
Triste situación la de México lindo y herido.
Un abrazo.
Después de esto que sigue? Nadie cree Los spot-talkshow de Calderón. Ni encuestas ni nada parecido. Reprobado en aceptación.
Una reflexión bien definida que muestra lo que verdaderamente fue "Dialogo Ciudadano" ayer.
Felipe Calderón, si no me equivoco, un día dijo que estaba en contra de las practicas populistas, a mi parecer está incurriendo en ellas.
A qué Felipillo!!, que bien se ha de sentir haciéndole al "Panem et circenses"
Está tan sucia su imagen, con la necedad por continuar y justificar una "guerra que no es guerra", que se ha empeñado en limpiarla con practicas mediáticas con su Talk Show, su infinidad de spots y colgándose de cada logro o circunstancia popular.
Una muy buena columna, siempre al día y oportuna su apreciable opinión Maestro.
Que tenga un excelente inicio de semana. Un abrazo y hasta la próxima.
No sufrí el desagrado de ver el mentado Talk-Show produci por Los Pinos pero al leer tu reseña me quedo tranquilo por no haber desperdiciado mi tiempo. Es absolutamente decepcionante ver que no ven más allá del conductismo para resolver un problema mucho más profundo: si tienen 20 camionetas, les mando 40; o les mando al ejército "pa' que aprendan a respetar" usando de esta manera la misma elemental lógica de los criminales a los que dicen combatir. Un saludo cordial y gracias por tus valiosísimas aportaciones.
Maestro:
No leí con tiempo esta columna suya, pero ahora que puedo me congratulo de dos cosas, leerlo y como dice un comentario no haber presenciado el grotesco acto mediático del personaje de os pinos, si ya en sus discursos es malo, no quiero imaginarlo conduciendo un talk show.
Indudablemente esto tiene que ver con presentarlo como un presidente cercano a la gente, absolutamente nada más alejado de ello.
Saludos
Luis
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